Me hace mucha ilusión representar aquí las personas que tenemos más de 100 años”, comenzó su pregón Lluïsa Aubets.”En mis 102 años de vida, nunca me habría imaginado que estaría aquí, en el balcón del Ayuntamiento, para abrir la Festa Major. Creo que es uno de los muchos grandes y pequeños regalos que me ha hecho la vida, y os lo agradezco de corazón.”
Aubets recordó que, nacida en 1913, en Benavent de la Conca, pueblo del Pallars Jussà, “vine a vivir a Terrassa después de la Guerra Civil, con mi marido, Joan, a quién perdí hace unos años. Aquellos eran tiempos difíciles, pero en Terrassa había trabajo y oportunidades de futuro. Y aquí echamos raíces”.
Y llegó a “lo más importante que tengo que decir como pregonera: que celebremos la fiesta con el corazón, con ‘joia’. Que vivamos la fiesta como una gran familia, como una gran ciudad, y que la sintamos y la disfrutemos como lo que es: la fiesta más nuestra, la fiesta de todos”. También dijo que vivía sola, pero estaba “muy bien acompañada y apoyada por mi familia”, y llamó a acordarse de “toda la gente mayor que no tiene esta suerte, que se siente muy sola, que le faltan abrazos, que les hablen y sobre todo les escuchen; hemos de apreciar más a la gente mayor”.
