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Campeón del mundo en Cuba

Dos años antes de la gloria olímpica, Fité vivió otro de los episodios más recordados por el deporte terrassense. Se proclamó campeón del mundo en el verano de 1990 en La Habana (Cuba). La cita mundial fue especial para Fité por muchos motivos. El primero y más importante es que consiguió la medalla de oro en una competición ampliamente dominada hasta entonces por los mexicanos. El segundo fue que sería el último Mundial de su carrera. Tenía ya 35 años y le quedaba sólo el broche de los Juegos del 92 antes de iniciar el camino sin retorno de la retirada. En la final, España derrotó a la selección anfitriona, Cuba. Pere Fité sí disputó esa final. Y lo hizo formando pareja con su compañero y amigo Ferran Velasco, terrassense como él. Un cuarto de siglo después de ese Mundial, algunos "secretos" han prescrito ya. Y pueden contarse. Fité lo hace. "En Cuba sabíamos que no podíamos proclamarnos campeones del mundo. Era imposible ganarle a México. Eran muy fuertes. Pero tuvimos la suerte de que en semifinales, el delantero mexicano se torció el pie. Tuvieron que poner a otro y no llegaron a la final", explica Fité, que recuerda infinidad de anécdotas vividas en las calles de la Habana.

Cerveza cubana
Una de las que recuerda con más viveza es la de la cerveza. "Justo cuando nos acabábamos de proclamar campeones del mundo, le dije a Ferran que lo que más me apetecía era una cerveza. Pero en esa época, conseguir una en La Habana era casi imposible. Al poco rato, se me acercó un miembro de la Federación Internacional y me indicó que tenía que ir a pasar el control antidóping. No había manera de que pudiera orinar para el control. De pronto, ví expectante como abrían una neverita que tenían muy escondida y sacaban dos botellas de cerveza. Eso solucionó el problema e hizo realidad mi íntimo deseo", explica. Su participación en los tres Mundiales anteriores no fue tampoco nada mala. El primero lo disputó en 1978 en Biarritz (Francia), logrando el bronce. Cuatro años más tarde, en Méxido D.F. fue cuarto. En 1986, en Vitoria, logró la segunda posición. Y la culminación llegó en el año 1990 en La Habana (Cuba) con esa recordadísima medalla de oro que forma ya parte de la leyenda.

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