El sueño es todavía posible. Pero bastante complicado. Tras cerrar en sexta posición la ronda semifinal de la Liga Mundial femenina celebrada en las instalaciones valencianas de Beteró, la selección española femenina se sitúa en una tesitura muy parecida a la del combinado masculino en cuanto a su participación en los Juegos Olímpicos del mes de agosto de 2016 en Río de Janeiro. Si las posibilidades de los chicos se cifran en un 75%, las de las chicas podrían rondar el 35%. Sólo los tres primeros (Gran Bretaña, China y Alemania) tienen plaza segura, junto a los tres primeros de la otra ronda semifinal que comenzó el pasado sábado en Amberes (Bélgica), de donde saldrán otras tres plazas olímpicas. La séptima sería para Brasil, aunque está por ver si obtiene la clasificación mínima para ejercer de anfitrión. Y las cinco restantes son para los cinco campeones continentales. Toca ahora esperar que éstos sean equipos ya clasificados. En este sentido, en la "lista de espera" España ocupa el quinto o el sexto puesto. Pasarán por delante los dos cuartos clasificados, los dos quintos y quizás el sexto de la ronda de Amberes. España es la cuarta o la quinta selección de la "lista de espera", en función del ránking del equipo que acabe sexto en Amberes.
Pese a que en los amistosos previos, España había dejado claro que su nivel no estaba lejos del de las norteamericanas, el ránking internacional sitúa a las españolas decimoquintas y a las estadounidenses quintas. Sobre el campo azul de Beteró, sin embargo, la diferencia no fue tanta. Las chicas que prepara Adrian Lock salieron el domingo a dejarlo todo en el campo. Igual que el día anterior, consiguieron ponerse por delante ya en el primer cuarto. Bea Pérez firmó el 1 a 0 en el último minuto, pero a partir de entonces las cosas se torcieron. Katie Reinprecht empató de penalti en el arranque del segundo cuarto y ese resultado se mantuvo hasta finales del tercer período, cuando Kathleen Sharkey estableció el 1 a 2 y, en pleno vendaval ofensivo de las norteamericanas, Michelle Vittese remachó el resultado logrando el 1 a 3 a cuatro minutos para el final, sin dejar tiempo de reacción al voluntarioso conjunto español.
Un buen primer cuarto
El primer cuarto fue de claro color español. Las de Lock mandaban, tenían la bola, penetraban bien por las bandas y generaban peligro. Casi sobre la bocina del final del primer cuarto, Bea Pérez enganchó una bola en la frontal del área y estableció un 1 a 0 que invitaba a la euforia. La alegría, sin embargo, duró muy poco, ya que dos minutos más tarde, Reinprecht empató en el primer penalti americano. La iniciativa fue para el conjunto de Craig Parnham hasta llegar al ecuador del encuentro.
En el tercer tiempo, las españolas recuperaron el control y Magaz desperdició una clarísima ocasión. Pero la respuesta tardó muy poco en llegar. En el minuto 40, Sharkey firmó una jugada espectacular. Superó primero a la zaga española y después a su guardameta para establecer un 1 a 2 que fue un jarro de agua fría para un equipo que no cejaba en su empeño de atacar.
España buscó hasta el final el gol que le hubiera permitido forzar los "shoot-outs" y pelear por la quinta posición. A seis minutos del final, Riera pudo empatar de penalti, igual que Ybarra después, pero Alesha Widdall evitó el gol. Las españolas estuvieron insistiendo hasta la extenuación, pero su persistencia no encontró recompensa. El 1 a 3 de Vittese en una rápida acción de contragolpe acabó con las esperanzas del combinado de Lock. Quedaban apenas cuatro minutos cuando las norteamericanas establecieron el 1 a 3 y no quedaba ya tiempo. Tras el pitido final, las jugadoras españolas mostraron abiertamente su abatimiento. Con la sexta posición, obtener un billete para Río no es imposible, pero sí bastante más complicado.