La economía ha entrado en una fase de recuperación, aunque “no toda la sociedad ha dejado de sufrir”. Eso significa un “riesgo”, y por ello, una de las “obsesiones” del Govern es trabajar por la “recuperación social”. Felip Puig, conseller de Empresa i Ocupació, que clausuró los Premis Cambra en la noche del pasado jueves, se sumó así a las tesis que previamente había defendido Marià Galí, presidente de la Cambra de Comerç en la apertura del turno de discursos. Galí aseguró que el actual crecimiento “es necesario, aunque no de cualquier manera” (ver edición de ayer). Puig hizo hincapié, no obstante, en que ese objetivo social tiene un camino, que es la propia recuperación. “Si no crecemos no podremos redistribuir ni defender la cohesión social”, apostilló.
La ceremonia empezó con la entrega de premios, a la que asistieron quinientas personas en el Centre Cultural. Fueron galardonadas doce empresas en diferentes categorías. Ramon Comellas y Ramon Pons, fundadores de Circutor, recibieron el premio al liderazgo empresarial. Armand Marcè, director de Chimigraf Ibérica, tomó la palabra en representación de las empresas homenajeadas. En su intervención, aseguró que los logros de estas empresas no responden a “un golpe de suerte, sino al esfuerzo de mucho tiempo, mucho más importante en los últimos años” . También intervino Ramon Comellas, cofundador de Circutor. Reconoció que el premio de la Cambra “nos ha hecho mucha ilusión” y aseguró que la exitosa trayectoria de Circutor responde a una fórmula sencilla: “trabajar con responsabilidad”. Y a una estrategia, que no es otra que “buscar soluciones a los problemas de nuestros clientes. Por esto mismo, nos llaman innovadores”.
Circutor se fundó en 1973. Por tanto, hace 42 años que Comellas y Pons son socios. ¿Cuál es el secreto de tantos años de trabajo conjunto?. Comellas lo desveló: “No hablamos de dinero, sino de clientes y de productos. No quiero decir con ello que no busquemos la rentabilidad, pero hay otros objetivos, como la eficiencia”. Comellas se mostró especialmente orgulloso del “excelente” equipo humano de Circutor, formado por 900 trabajadores. “Esto puede ser normal en una pyme, pero no tanto en empresas más grandes”.
Una advertencia
Tras la entrega de premios y antes del inicio de los discursos, se impuso la insignia de oro de la Cambra de Terrassa a Frederic Boix, ex presidente de Sant Cugat Empresarial, por su labor al frente de esta entidad desde su creación hace diez años y su capacidad para crear entornos de colaboración. Boix dijo que esta insignia es, de hecho, un reconocimiento a Sant Cugat Empresarial, que trabaja “con pasión y prudencia, dejando de lado localismos y egoísmos personales”. Boix insistió en la creciente desigualdad social y lanzó una advertencia: “si sigue creciendo será responsable de la desaparición de muchas empresas”. “Volvemos a coincidir en nuestras opiniones”, le dijo Galí a Boix cuando le estaba imponiendo la insignia.
Tras Galí, que como anfitrión abrió el turno de discursos, tomó la palabra Amadeu Aguado, teniente de alcalde de Promoció Econòmica. Aguado aseguró que el reto de la administración local, en este nueva etapa que empieza, será “contribuir a crear oportunidades de crecimiento económico desde el mundo municipal; que la economía funcione y que haya progreso social”.
Después llegó la clausura a cargo de Felip Puig. El conseller de Empresa i Ocupació recordó que la industria supone el 30% de la actividad económica en el Vallès Occidental. “Ojalá Catalunya pueda acercarse al 25%. Para ello, se necesita realizar un esfuerzo constante, más allá de la declaración de intenciones”, concluyó.