Maria Sirvent deducía ayer tras una mirada al organigrama municipal que el pacto con CiU puede ser una realidad después de las elecciones catalanas. "Nos preocupa un posible acuerdo que seguramente no veremos hasta el 27 S -apuntaba-. Es preocupante ver qué areas dejan en manos de ese partido, protagonista de los recortes". Lo considerarían "un cambio de cromos con Reus", donde CiU gobierna con el apoyo del PSC.
Respecto a la estructura del ejecutivo, la concejal considera "una barbaridad" que se mantengan cuatro tinencias de alcaldía y critica que "esas cuatro áreas supongan una hegemonía económica (del PSC) cuando han perdido la hegemonía política". También critica la falta de renovación al adjudicar áreas claves a Alfredo Vega y Amadeu Aguado.