El presidente catalán, Artur Mas, aseguró ayer que anunciará la remodelación del Govern el lunes tras la marcha de los consellers de UDC, y deseó que sea “amistosa” la “separación” de los dos socios de la federación de CiU, debida a diferencias “de fondo” en el proceso soberanista. Así lo anunció Mas en la sesión de control del Parlament, durante la cual agradeció el “buen trabajo” de los tres consellers democristianos salientes, la vicepresidenta Joana Ortega, el titular de Interior, Ramon Espadaler, y el conseller de Agricultura, Josep Maria Pelegrí. “Estoy muy contento, creo que han hecho un muy buen trabajo en unos momentos muy complicados y muy difíciles”, afirmó el presidente catalán, que señaló que la crisis del Govern es un asunto “puntual” que se solucionará de forma “rápida”.
En el pleno, Artur Mas aseguró también que las elecciones catalanas del 27 de septiembre serán “excepcionales” y “plebiscitarias” y tendrán como objetivo el decidir sobre la “soberanía” y para dirigirse, declaró, hacia la “constitución de un estado independiente”.