.El anuncio del coordinador general de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), Josep Rull, de que CiU ha tocado a su fin movilizó ayer la coalición en Terrassa, donde los teléfonos no pararon en todo el día. “El proyecto político de la federación de CiU se ha acabado”, dijo ayer el líder egarense, para quien la ruptura es “un camino sin retorno”. Horas antes el President Artur Mas decía en el Parlament que las diferencias entre nacionalistas y democristianos son de proyecto político, “de fondo”, por lo que no tendría sentido continuar juntos. Mas dijo, eso sí, apostar por un divorcio “amistoso”.
La noticia de la fractura cogió ayer en Alemania al presidente de la sección local de Unió Democrática, Joan Lladós, que después de hablar con sus socios en Terrassa deja clara su voluntad de “continuar colaborando como hasta ahora. Llevamos muchos años trabajando juntos y la experiencia ha sido muy buena.”En similares términos se pronunciaba ayer la presidenta local de CDC, Mariona Vigués. “Me remito a la rueda de prensa de Josep Rull. La ruptura es indudable, pero a nivel local hemos colaborado y trabajado juntos y no queremos prescindir de la experiencia de UDC, porque el valor de las personas está por encima de las disputas políticas”.
En Convergència daban por hecha hace tiempo la disolución de CiU, “por eso impulsamos el compromiso de todos los candidatos, incluidos los de UDC, con la adhesión de Terrassa a la AMI -explica Vigués-. Así evitábamos que una ruptura afectara a la estabilidad del grupo municipal”.
Finalmente el retroceso electoral de CiU en Terrassa, donde ha pasado de 9 a 3 concejales, ha dejado fuera del pleno a los candidatos de Unió. Los tres concejales (dos independientes y una militante de CDC) cuentan sin embargo con el apoyo de un equipo municipal integrado por candidatos de las dos formaciones políticas que seguirán trabajando juntos.
En Convergència Democràtica están convencidos de que la federación está definitivamente rota y apoyan la decisión de poner fin a 35 años en común. Los nacionalistas están convencidos de que una de las razones de su debacle electoral en la ciudad “ha sido la ambigüedad de UDC. Es un elemento de distorsión que nos ha perjudicado”, explica Vigués, que a renglón seguido pone el acento en la sintonía ideológica entre ambas militancias en el debate sobre la independencia. Hasta el punto de que “podemos intuir que se acaben sumando a CDC. Es precipitado decirlo, porque el debate en UDC no está cerrado y tampoco está claro si Durán prepara su marcha a Construim, pero podría ser”, apunta la presidenta local.
De momento en Unio Democrática esperan que el consell nacional de mañana dé lugar a “un cambio de mayorías” en el partido y acabe imponiéndose el sector independentista. “Muchos militantes que votaron sí en la consulta del domingo – explica Lladós-, confiados en una dirección que defendía que el sí también contemplaba la independencia, se sienten engañados y ya se están alineando con el sector independentista”. De ser así, Lladós está convencido de que la ruptura de CiU “puede ser reversible. Si se imponen las tesis independentistas el escenario seria distinto”.
El presidente local de Unió, que acudirá al consell nacional como oyente, defiende ese estamento de representación territorial como “el órgano de decisión del partido” y , aunque aprueba la celebración de un congreso extraordinario, lo ve precipitado antes del 27S. “No queremos prescindir del valor de la experiencia de UDC. La ruptura es indudable, así que tendremos que ser creativos”