“Ahora o nunca”, de Maria Ripoll, es una comedia sobre una pareja separada por culpa de una huelga de controladores aéreos a tan sólo 24 horas de su boda. El guion parte de los principios de la llamada “ley de Murphy”, aquella que afirma que todo lo que puede salir mal, saldrá mal, lo que en la pelicula se traduce en un desastre detrás de otro, mientras los protagonistas se ven obligados por las circunstancias a aplazar el enlace una y otra vez. Algunos gags resultan previsibles, otros inverosímiles –lo del general no se lo cree nadie– y alguno repetitivo pero, en general, el film saca bastante partido de las situaciones, por lo menos de aquellas en las que se ven envueltos los personajes principales.
La anécdota es que las secuencias de la campiña inglesa se rodaron en Camprodon (Ripollès) pero las de Amsterdam sí se filmaron en aquella ciudad holandesa, por lo menos los planos de exteriores.
Intérpretes: Dani Rovira, María Valverde, Clara Lago, Jordi Sánchez, Joaquín Nuñez, Gracia Olayo, Alicia Rubio, Anna Gras. (Cinesa).
“White God (Dios blanco)”, de Kornél Mundruczó, es una fábula que denuncia el maltrato a los animales, al tiempo que pretende ser una metáfora de nuestra sociedad ya que implícitamente habla de racismo, violencia, explotación, deshumanización, pérdida de la inocencia e instinto de supervivencia. El film obtuvo el premio del Jurado en el festival de Sarasota, mientras que los perros protagonistas fueron galardonados en el de Cannes de 2014, donde además la cinta consiguió otros reconocimientos. Por otra parte, representó a Hungría en la última edición de los Oscar. La historia, en principio realista, deriva hacia el fantástico con aires de pesadilla en la parte final y contiene momentos muy crudos que harán sufrir a cualquier amante de los animales. Al film le sobra metraje y le falta sutileza pero su trasfondo no está exento de interés, amén de contar con algunas secuencias muy efectivas en el plano visual, entre ellas la muy inquietante que abre la película.
Intérpretes: Luke, Body, Zsófia Psotta, Sándor Zsótér. (Catalunya, VOSE y doblada).
“El niño 44”, de Daniel Espinosa, es un thriller basado en el best-seller del mismo título de Tom Rob Smith, inspirado en la historia real del “carnicero de Rostov”, un asesino en serie cuyos crímenes ya habían dado pie a otras películas como “Citizen X” (1995). La presente versión la ha producido Ridley Scott y ojalá la hubiera dirigido él mismo. El problema del film es que parece que estés viendo cuatro o cinco películas al mismo tiempo –una de intriga, una romántica, una de propaganda anticomunista al estilo de Hollywood, una histórica, una antimilitarista, etc.– a causa de un guion ambicioso pero terriblemente disperso, mal contado y perjudicado por constantes altibajos de ritmo. Se intuye, eso sí, que el libro debe de ser interesante. La trama gira en torno a un militar caído en desgracia que investiga unos asesinatos de niños que las autoridades parecen empeñadas en encubrir. La acción transcurre en la Unión Soviética en tiempos de Stalin –aunque se ha rodado en la República Checa y su estreno ha sido fulminantemente prohibido en Rusia– y muestra una sociedad opresiva y paranoica en la que todos espían a los demás y en la que la propaganda oficial del régimen pretende sustituir a la realidad. Lo mejor es la interpretación, llena de matices, de Tom Hardy, Mad Max para los amigos, que sigue demostrando lo versátil y camaleónico que es como actor.
Intérpretes: Tom Hardy, Noomi Rapace, Gary Oldman, Joel Kinnaman, Jason Clarke, Tara Fitzgerald, Vicent Cassel, Paddy Considine, Fares Fares, Charles Dance. (Cinesa).
“Campanilla y la leyenda de la bestia”/ “Campaneta i la llegenda de la bèstia”, de Steve Loter, es una producción Disney de bajo presupuesto que en Estados Unidos salió directamente en DVD, sin pasar por los cines, pero a la que luego se ha incorporado el 3D para estrenarla en las salas del resto del mundo, donde está obteniendo unas críticas bastante dispares. A pesar del título, Campanilla no pinta gran cosa ya que el protagonismo reside en otra hada, Fawn, que descubre a un monstruo y se empeña en protegerle contra la opinión de todo su entorno que cree que la pobre bestia arrastra una maldición. El film es muy colorista y está correctamente realizado aunque tanto el guion, a veces demasiado lacrimógeno, como la animación son mucho más simples que los de las grandes producciones de la compañía. (Cinesa, en castellano 3D y catalan 2D).