El absentismo laboral creció en España por primera vez en seis años, según el IV Informe Adecco sobre Absentismo, que refleja que la tasa de ausencias en el trabajo se situó en 2014 en el 4,4%, tres décimas más que en 2013. Según los datos que presentó ayer la consultora de recursos humanos, el índice de 2014 acaba con "una tendencia a la reducción" del absentismo que había durado desde 2007 hasta 2013, un periodo en el que la tasa bajó desde el 4,9% hasta el 4,1%.
Por esta razón, Adecco interpreta que "el efecto crisis" en las ausencias en el puesto de trabajo ha agotado su potencial. La jornada de trabajo efectiva por trabajador en 2014 alcanzó las 1.550 horas anuales, frente a las 1.684 registradas en el año 2000.
El informe detecta diferencias relevantes entre comunidades autónomas en horas trabajadas y en horas no trabajadas, que se corresponden con las características de territorios. Por un lado, las economías fuertemente industrializadas (alta productividad) presentan menos horas trabajadas y más horas no trabajadas, y por el otro, las economías más dependientes del sector construcción o de una economía rural (menor productividad y más intensivos en mano de obra) presentan más horas trabajadas y menos horas no trabajadas.
Por sectores
Por regla general, apunta el informe, las regiones que registran más horas no trabajadas presentan más horas efectivas y más horas pactadas. El pasado año las comunidades autónomas con más horas efectivas trabajadas fueron Baleares, Madrid, Galicia, Castilla-La Mancha, Cantabria y Canarias, mientras que el resto, entre ellas Asturias, se encuentran por debajo de la media española. Por sectores, la tasa de absentismo se situó en 2014 en el 4,5% en los servicios, en el 4,3% en industria y en el 3,1% en construcción. El informe señala además que el absentismo laboral supone cada año unos costes directos de 4.768 millones de euros a la Seguridad Social por prestaciones económicas, y de 4.503 millones a las empresas por el abono de la prestación económica en los primeros días de baja. La tasa de absentismo se define como el porcentaje de horas no trabajadas (sin contar vacaciones, festivos ni horas perdidas debido a ERTEs) respecto a la jornada pactada efectiva. La tasa de absentismo en 2014 fue del 4,5% en servicios (máximo de 5,1% en 2007), el 4,3% en la industria (máximo de 5,5% en 2007) y el 3,1% en la construcción (máximo de 3,7% en 2008).
La tasa de absentismo por Incapacidad Temporal se reduce notablemente entre 2007 y 2013, especialmente en el sector industrial, llegando a situarse en 2013 en niveles incluso inferiores a los del año 2000 tanto en la industria como en construcción, y en el mismo nivel en servicios. En 2014 repunta levemente en los tres sectores.
Fraudulento
Se puede concluir, dice el informe, que el absentismo "fraudulento" asociado a "bajas por IT" durante los años de fuerte expansión (2001-2007) habría desaparecido en su totalidad en los tres sectores, y el leve repunte experimentado en 2014 sería una normalización tras la fuerte bajada experimentada en los años anteriores, en los que incluso se dejaban de coger bajas laborales en casos donde sí deberían haberse cogido.
Los únicos precursores de bajas por IT no justificadas que presentan algo de relevancia son aquellos relacionados con la conciliación de la vida laboral y familiar, así como afecciones leves de enfermedad.
Otros factores, como los llamados "efecto lunes" o "efecto puente", el mal ambiente de trabajo y mobbing, entre otros, apenas tienen incidencia. El tamaño de la empresa (según número de empleados) y el sector de actividad no alteran estos resultados en sus conclusiones principales, lo que refleja que la economía española tiene un déficit estructural en flexibilidad laboral que incide directamente en el comportamiento de los trabajadores.