El 88 % de las personas que han sufrido un desahucio desarrollan mala salud mental, frente al 13 % del global de la población catalana que no está en esa situación, según el informe ‘Emergencia habitacional y derecho a la vivienda en Cataluña’, elaborado por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB).
El informe, que han presentado hoy la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) y el Observatorio de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DESC), ha revelado que los afectados pueden sufrir ansiedad, estrés, migrañas y dolores de espalda que pueden acabar causando una depresión.
La salud de los adultos no es la única afectada, y según el informe el 70 % de los hijos de afectados han estado tristes durante la última semana, frente al 10 % del resto de niños.
La encuesta, elaborada entre 905 personas, ha revelado que por cada 10 adultos afectados en un proceso de desahucio hay 9 menores que también sufren las consecuencias y el 80 % de ellos aún están en edad escolar, de 3 a 16 años.
El informe también presenta datos sobre el número de desahucios en Cataluña, en los que la comunidad “es líder del ránking en España”, según el portavoz de la PAH, Carlos Macías.
De 2008 a 2014 se realizaron 54.520 desahucios, 55,8 % de los cuales con menores a su cargo, y 115.000 ejecuciones hipotecarias que afectaron a 364.550 personas, realizadas, según la PAH, tanto por cajas rescatadas como por bancos y cajas reconvertidas en bancos.
En Cataluña hay 450.000 viviendas vacías según el Instituto Nacional de Estadística (INE) y se necesitarían 440.000 pisos de social, según los parámetros europeos.
La directora del DESC, Vanesa Valiño, ha explicado que “hacen falta reformas estructurales, no solo en el ámbito de la vivienda sino en atención a la infancia, en generación de empleo…”.
“En Europa es visto como una rareza que tengamos tantos pisos vacíos y demandamos también políticas de segunda oportunidad”, ha reclamado Valiño.
El investigador del grupo Emigra de la UAB, Bálint-Ábel Bereményi, ha reivindicado el derecho de los menores al ocio, ya que “el 75 % de los menores afectados ha abandonado alguna actividad extraescolar, especialmente las deportivas, empeorando así su salud”
“El ocio es una forma de asegurar la calidad escolar, especialmente en situaciones de riesgo y en actividades deportivas” ha puntualizado Bereményi, que ha añadido que “los nacidos fuera de España son los más afectados”.
Bereményi ha revelado que “existe un desconocimiento por parte de las escuelas e instituciones educadoras de los desahucios”, un hecho que afecta en el rendimiento escolar de los menores.
Laura Palencia, investigadora de la Agencia de Salud Pública de Barcelona y miembro del Proyecto Sophie, ha afirmado que la vivienda “es determinante en la salud y puede afectar tanto por su estructura, el número de ocupantes, el barrio o la pobreza energética”.
Según Palencia, con esta situación “se ve afectada la salud percibida y eso facilita el riesgo de sufrir un trastorno mental”.
Macías ha denunciado que la ley catalana de la vivienda “no se está aplicando” y que “el 45 % de las personas encuestadas que tienen trabajo no pueden hacer frente a su hipoteca”.