La histórica imagen del primer tren recorriendo las vías de la prolongación de Ferrocarrils en Terrassa se produjo el lunes por la mañana. A primera hora, el presidente de Ferrocarrils, Enric Ticó, colgaba en twitter las fotos del primer convoy de prueba circulando bajo tierra. La maniobra evidencia que el proyecto se encuentra en fase final y, en consecuencia, que la entrada en servicio del Metro de Terrassa es inminente.
El primer tren en recorrer los túneles gemelos que prolongan la línea de FGC desde la Rambla d’Ègara hasta Can Roca es un modelo 113 y pertenece a la última flota incorporada hace menos de un año a la linea S1. Son vehículos de mayor capacidad y dotados de la última tecnología.
Desde ayer, las pruebas con trenes permitirán poner en rodaje los nuevos tramos de vía y comprobar que todo está a punto para la entrada en servicio de la prolongación. La fase de pruebas permite validar aspectos como el suministro, la señalización, el funcionamiento de la catenaria, las distancias de frenada y aplicar las correcciones de última hora.
La fotografía tomada por el presidente de Ferrocarrils muestra el tren en pruebas estacionado en la cola de maniobras, unos metros al norte de la estación Nacions Unides de Can Roca. La imagen muestra cómo los trabajos en el interior de los túneles están prácticamente listos.
Fuentes autonómicas siguen refiriéndose a este verano como fecha para la entrada en servicio del metro de Terrassa. Las autoridades siguen resistiéndose a fijar un día para la puesta en circulación de los trenes por temor a que algún imprevisto de última hora obligue a reajustar los plazos.
Algunas fuentes habían barajado el 1 de julio como el día del estreno, pero la confirmación del inicio de las pruebas ayer prácticamente descartaría esa posibilidad. Las comprobaciones técnicas necesitan entre 1 mes y mes y medio, de manera que como muy pronto los trenes circularán por el subsuelo de Terrassa avanzado el mes de julio. Otras fuentes sitúan la entrada en servicio comercial para el mes de septiembre.
Antes de esa fecha se están ultimando los últimos trabajos bajo tierra, en la mayoría de los casos remates de obra. En la estación de la Rambla, además, se ha aprovechado para elevar unos centímetros el nivel de los apeaderos para hacerlos coincidir con las puertas de acceso al tren, eliminando así la barrera que ese escalón suponía para las personas con movilidad reducida.