La Casa del Rey subrayó ayer que la retirada del ducado de Palma de Mallorca a doña Cristina es una decisión de Felipe VI que él comunicó a su hermana antes de recibir la carta con la que la infanta argumenta que fue ella quien tomó la iniciativa de renunciar al título.
El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó ayer el real decreto, firmado por el Rey y refrendado por el presidente del Gobierno, con fecha de anteayer, en el que el Monarca acuerda "revocar la atribución a Su Alteza Real la Infanta Doña Cristina de la facultad de usar el título de Duquesa de Palma de Mallorca", que le concedió el Rey Juan Carlos en 1997, cuando se casó con Iñaki Urdangarin.
El abogado de la infanta, Miquel Roca, aseguró ayer, en declaraciones a los periodistas en Barcelona, que la infanta no sólo "está de acuerdo con esta decisión", sino que ella fue quien manifestó "desde hace días" su "voluntad" de renunciar al ducado de Palma en una carta escrita de su puño y letra.
Al tiempo que reconocía el "disgusto" de doña Cristina por perder un título que guarda para ella "valor afectivo", Roca explicaba que su defendida había renunciado a él "en el momento en que ha creído que no tenía ningún tipo de sentido mantenerlo", ya que "podría generar un tipo de polémica social de la que ella quería estar alejada".
"Evitando cualquier polémica"
En una carta manuscrita de cuatro hojas, fechada el 1 de junio en Ginebra y dada a conocer ayer por el diario La Vanguardia, doña Cristina explica a su hermano que, tras una "larga y dolorosa reflexión", ha decidido renunciar al título "evitando así cualquier polémica" que "pudiera plantearse en la ciudad de Palma" y le ruega que adopte "las medidas necesarias" para formalizar la renuncia.
Portavoces de la Casa del Rey afirman por el contrario que se trata de una decisión de don Felipe, "ni repentina ni improvisada", y que la carta llegó a la Zarzuela después de que el Monarca le hubiera comunicado ayer por la tarde a su hermana que le revocaba el título de duquesa.
En este mismo sentido, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, recalcó que se trata de una decisión "exclusiva del Rey" y apuntó que la Casa del Rey "ha dejado bien claro" cuál era la secuencia de los acontecimientos.
El juez instructor del caso Nóos, José Castro, que tomó declaración a la infanta como imputada el 8 de febrero del pasado año y que decidió llevarla a juicio el 22 de diciembre, eludió pronunciarse sobre la retirada del ducado con estas palabras: "No voy a opinar sobre lo que no me compete".
Tampoco quiso opinar la portavoz del Govern balear en funciones, Núria Riera, que se limitó a expresar su "absoluto respeto", pero sí lo hizo el portavoz del gobierno municipal palmesano, quien se felicitó de que don Felìpe esté "dando muestras de que sabe ejercer su cargo" y vuelva "a conectar con los ciudadanos de Palma" y del resto de ciudades.
El cabeza de lista de MÉS al Ayuntamiento de la capital balear y previsible nuevo alcalde de la ciudad, Antoni Noguera, se mostró igualmente "satisfecho" con la decisión "inteligente" y "de sentido común" adoptada por Felipe VI y ha considerado que se trata de "una victoria ciudadana".
Desde Sevilla, la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, también se pronunció sobre este asunto para calificar de "correcta, oportuna y esperada" la decisión del Rey y añadir que la infanta Cristina tendría que haber renunciado además "hace mucho tiempo" a sus derechos sucesorios, algo en lo que, a su juicio, ya "va tarde, porque es una demanda evidente de la sociedad española".