Tal como un argumento "ad hoc" de la veracidad del cambio climático, la Festa del Medi Ambient, acto central de a Setmana homónima, se desarrolló el domingo, en les Hortes dels Frares del Parc de Vallparadís, bajo un sol sofocante y un calor impropio de la primera semana de junio. No por ello falló la asistencia, numerosa, en buena parte familias con niños, y gracias al día, por ejemplo, la empresa Intiam pudo cocer sin problemas pizzas, en unos treinta o cuarenta minutos, en los hornos solares que puso en funcionamiento junto a su stand. "Orientados al sol, reflejando la luz hacia dentro, se crea un efecto invernáculo, que transforma la energía lumíninica en energía térmica", nos explicó Jesús Aguilera, monitor de Intiam. "El vidrio y las paredes forradas con papeles de diario o de cartón evitan que el calor se escape. Es como una nevera pero al revés." También presentaban una cocina solar, y hornos domésticos elaborados por escolares. "Vamos a colegios para dar charlas a los niños sobre las energías, y cómo ahorrar energía en casa y, para los mayores, talleres sobre cómo pagar menos en el recibo de la luz".
El puesto de Intiam formaba parte de la feria "Activa’t pel Medi Ambient", organizada por Adenc, con iniciativas y colectivos diversos. Pell Sana ofrecía los productos naturales, de cosmética y complementos alimenticios, que fabrica una empresa austriaca; basados en las medicinas china y ayurvédica, y el herbolario europeo. La estrella es el aceite dental, surgido del hecho de que, "hace veinte años, a un joven padre de este empresa le vino su hijo de tres años con un dentífrico que llevaba tricolan, un detergente industrial, y decidió hacer un producto que no tuviera ningún tóxico", señala Sara Vallhonrat. Pell Sana tienen como objetivo "vaciar de tóxicos los lavabos de la gente. Además, cuando te pones un champú con tóxicos también estás contaminando el agua de los ríos". El próximo sábado, en la Biblioteca Central, los integrantes de Pell Sana impartirán la charla "Ingesta tòxica per la pell. Et rentaries amb unes gotes de petroli?"
La instalación de la "Setmana de l’energia" de la Diputació de Barcelona tenía una bicicleta estàtica que producía energía. La concejalía de Medio Ambiente y Sostenibilidad del Ayuntamiento regalaba bolsas para el reciclaje de los desechos y para la compra. El Centre d’Atenció d’Animals Domèstics de Terrassa exhibía, en una jaula, seis preciosos gatitos diríase que con pocas semanas de vida. No eran los únicos animales de la feria. La Escola de Natura de Terrassa había hecho un amplio vallado en el que correteaban libremente, para deleite de los niños, gallinas, conejos, dos cabritas y dos ocas. También habían puestos de la Fundació Mina, Roba Amiga (que desarrolló un taller de libretas para niños), Adenc, la tienda de comida ecológica Viulògic, , el "planter" ecológico Cal Vernet, la empresas medioambiental R&D, kits y paneles de energía solar, elementos para el cultivo.
La Taula de l’Aigua de Terrassa solicitaba firmas para su campaña de municipalización y gestión pública del agua, con gran interés por parte de los visitantes. "En solo una hora hemos recogido 350 firmas", afirmó, contento, Antonio Machado, miembro de la Taula. "Queremos que la gestión del agua vuelva a manos de la ciudadanía, con lo que sería más barata para todos. Creemos que no es moralmente ético que nadie gane dinero con un bien básico como el agua." La entidad distribuía un manifiesto, que comienza así: "el agua es un derecho humano, un servicio básico y público, no una mercancía. Su gestión no puede estar sometida a las las leyes de mercado, interesos privados o manos privadas con afán de lucro"; y recuerda que diversos ayuntamientos catalanes (Arenys de Munt, Navàs, Montornès del Vallès) ya la han remunicipalizado.
En la parte central de les Hortes dels Frares estaban los talleres y juegos para niños, y un pequeño escenario en el que el grupo Andreu i Cía intentaba animaba y hacía bailar a los pequeños. Las propuestas más relacionadas con la temàtica del medio ambiente fueron, entre otras, la "Deixalleria mòbil" de "L’aventura dels residus", y los tres tipis, tiendas al estilo de las de los indios norteamericanos, organizadas por Arqueolític, ante las que se hacían demostraciones de encendido de fuego con dos maderas.