El exalcalde de Sabadell Manuel Bustos (PSC) admitió ayer “salidas de tono” en sus conversaciones telefónicas y recibos cargados “inadecuadamente” durante su gestión, pero negó tener nada que ver con la trama de corrupción y el cobro de comisiones del “caso Mercurio”.
En su comparecencia ante la comisión de investigación del Parlament sobre el fraude fiscal y la corrupción, Bustos defendió su “inocencia” en las piezas del “caso Mercurio” en que está imputado, dejando al margen su condena a un año y cuatro meses de cárcel por tráfico de influencias en la contratación “a dedo” de una alta cargo del tripartito, en una de las derivadas de esa investigación.
El exalcalde socialista inició su intervención denunciando la “indefensión absoluta” que ha sufrido durante la instrucción del “caso Mercurio” y se proclamó víctima de “filtraciones” del sumario para relacionarlo equivocadamente con un cobro de comisiones en el que no tenía ninguna implicación, ni él ni ninguno de sus compañeros de partido.
Tras insistir en que no está imputado en la pieza principal del caso, que investiga el presunto cobro de comisiones de empresarios por parte del exconcejal del PP en Sabadell Jordi Soriano, Bustos se quejó de que las acusaciones contra él se han podido “construir” en base a fragmentos de las escuchas de que fue objeto, que dieron “una imagen distorsionada” sobre él.
En ese sentido, reconoció “conversaciones fuera de tono y desafortunadas” y admitió que “es probable” que en los tres años en que su teléfono fue intervenido “se encuentre algún recibo cargado como gasto de representación de forma inadecuada”.
“Estamos hablando de eso, ¿esto es la trama de corrupción urbanística?”, se preguntado el exalcalde socialista, que recalcó que tras abandonar la alcaldía de Sabadell tiene “menos recursos” que cuando entró en el Ayuntamiento.