La ciudadanía de Terrassa ha vuelto a volcarse con El Rebost, que el viernes y el sábado llevó a cabo una nueva campaña se captación de alimentos para cubrir sus reservas hasta el próximo mes de octubre. A falta de un recuento definitivo, la organización contabilizaba ayer 145 bañeras repletas de víveres, 5 más que en la edición anterior, a las que se sumarán las entregas de última hora y las aportaciones de los supermercados.
“Estamos muy contentos porque la respuesta ciudadana ha sido muy positiva”, comentaba ayer Olga Prat, miembro del equipo de el Centre de Distribució Social d’Aliments de Terrassa, El Rebost. El despliegue de voluntarios durante el viernes y el sábado fue espectacular y la recaudación se ha ajustado a las necesidades del momento, centradas en aceite, cacao, cereales, conservas de pescado, tomate en lata y leche número uno para bebé.
La organización esperaba alcanzar las 44 toneladas de alimentos. La cifra definitiva no se conocerá hasta que se haga el último pesado, pero el domingo, cuando aún no había culminado el proceso, la recogida ya sumaba 36 toneladas.
Es posible que la elevada presencia de cereales, producto de escaso peso, evite que se dispare el tonelaje, de ahí que este año la organización ponga el acento sobre todo en el volumen de la recaudación, que de momento se concreta en 5 bañeras más que en anteriores ediciones.
El Rebost ha movilizado durante los dos días de captación cerca de 650 voluntarios, cuya labor es imprescindible para afrontar la logística de la campaña. En turnos de 3 horas adolescentes, familias con niños, estudiantes, jubilados y ciudadanos de distinto perfil se desplegaron el viernes y el sábado por los supermercados de la ciudad para informar a los compradores.
“Un año más la experiencia ha sido impresionante”, explica Olga Prat. “Este año han trabajado personas vinculadas a Creu Roja y a las entidades que integran el Rebost, además de muchos ciudadanos que no pertenecen a ningún colectivo y que también han dedicado su tiempo”.
El trabajo continúa esta semana con el recuento y la clasificación de los productos en el Recinte Firal de Terrassa, donde aún faltan colaboradores para culminar la tarea de clasificación. “Es uno de los trabajos más divertidos de la campaña -comenta Olga Plat-. Lo llevaremos a cabo mañana miércoles y el jueves en horarios de mañana y tarde y el viernes por la mañana”. Quienes estén interesados en participar aún están a tiempo de inscribirse en la web www.elrebostdeterrassa.cat.
El domingo, buena parte de los voluntarios se dieron cita en el Recinte Firal para seguir de primera mano la evolución de la llegada de las bañeras y el particular ranking de aportaciones de los clientes de cada establecimiento. El encuentro tuvo un carácter festivo y los participantes acabaron posando para una foto de familia.
El viernes y el sábado, su presencia a las puertas de los supermercados fue el mejor testigo de la generosidad de toda una ciudad. También de las curiosidades y las anécdotas que acompañan estas jornadas.
Pese a que la consigna de no entregar productos frescos se repite año tras año, siguen habiendo ciudadanos que acuden al punto de entrega provistos de yogourts, huevos o incluso pollos enteros. “En esos casos los alimentos también se recogen y se entregan lo antes posible a las familias necesitadas”, explican en el Rebost.
Más allá de la anécdota, la organización estima que en esta campaña la ciudadanía ha ajustado sus entregas a los alimentos que solicitaba el Rebost y que eso ha permitido superar el 85 por ciento de productos necesarios para cubrir la reserva.
Las jornadas del viernes y el sábado depararon curiosas situaciones, como las protagonizadas por personas con escasísimos recursos que aportaban su alimento justificándose porque no podían contribuir más, y otras que entregaron carros repletos. También hubo momentos para la carcajada, cuando un niño se empeño en pedir la bañera de cartón para construirse un disfraz.
La iniciativa también ha permitido ampliar la red de colaboradores habituales del Rebost, a partir del contacto a pie de supermercado. “Hemos coincidido con varias empresas que se han mostrado interesadas en hacer aportaciones”, explica el equipo.
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