Dos descuidos de recipientes al fuego ocasionaron sendas alarmas de incendio, falsas, el miércoles.
Por la mañana, alguien alertó de un posible incendio en una vivienda situada en la avenida del Abat Marcet. Fueron hacia allí dotaciones de la Policía Municipal y de Bombers, que no llegaron a irrumpir en el domicilio del que surgía un olor a quemado, pues la moradora estaba a punto de llegar a casa. Arribó y los bomberos entraron en el piso, que estaba lleno de humo porque, al parecer, la mujer había olvidado una olla al fuego y se había marchado a trabajar.
Bombers ventiló el domicilio y la situación no pasó a mayores. Tampoco en la vivienda del paseo del Vint-i-dos de Juliol donde se percibió el miércoles por noche una humareda que surgía de un tercer piso. Unidades de la Policía Municipal y de Bombers, informados a las once de la noche, se presentaron en el edificio y comprobaron la existencia de humo. Y hallaron de donde salía. Los bomberos entraron en la vivienda luego de abrir la puerta con una radiografía y vieron que dentro del domicilio se encontraba el dueño del piso, que había descuidado un recipiente en el fuego. Él no resultó afectado.