Mucha participación y buen ambiente en la fiesta mayor de Sant Pere, que arrancó en la tarde del viernes con un "cercatasques" en el que tomaron parte más de setenta personas. Juntas recorrieron diversos bares del barrio, acompañadas por el sonido de los "tabals" y las "gralles" de la entidad La Papallona de Sant Pere. Fue uno de los actos más animados del programa. Igual que la "cercavila" que el sábado por la tarde comenzó en la placeta de la Creu y a la que también acudió La Papallona de Sant Pere, además dels "geganters" del Antic Poble de Sant Pere, L’Estarrufat de la Colla del Drac del Poblenou de Barcelona, así como los nuevos gigantes de la AVV del barrio.
La coincidencia de la fiesta mayor con la final de la Copa del Rey de fútbol que el sábado enfrentó al Barça contra el Athletic de Bilbao hizo que los organizadores (la asociación cultural La Papallona de Sant Pere prepara los días grandes del barrio desde hace tres años) colocaran una pantalla gigante en la plaza del Triomf para seguir el partido. La idea fue todo un éxito y decenas de vecinos celebraron de una forma conjunta la victoria del equipo azulgrana.
El festejo por el triunfo del Barça sirvió para animar el baile del sábado por la noche en la misma plaza, que corrió a cargo de la orquesta Huracán. "Las actividades infantiles, como la fiesta de la espuma, contaron de igual modo con una importante asistencia", explica Pere Amat, de La Papallona.
En cuanto a las propuestas que se desarrollaron el domingo -la plaza del Triomf volvió a ser el epicentro de la celebración- destacó la sesión de "country", que congregó a un centenar de personas. También hubo una afluencia importante a los eventos gastronómicos de la fiesta, tanto a la comida popular del mediodía (el menú estaba compuesto por ensalada, y paella, más la bebida, el pan, los postres y el café) como a la chocolatada posterior, en la que los organizadores repartieron unos 670 vasos de la dulce y oscura delicia.
El grupo de habaneras Mariners de Riera, procedentes de Matadepera, cerraron la agenda con una actuación en la plaza del Triomf que comenzó a las ocho de la tarde del domingo. El "rom cremat" (que, por cierto, se acabó) acompañó el sonido de la tradicional música marinera. "Todo fue bien y, además, el tiempo se puso de nuestra parte, porque hacía mucho sol. Puede que incluso demasiado", recuerda Amat. "Sin la implicación de los comercios del barrio y del Ayuntamiento no hubiera sido posible celebrar una fiesta mayor de esta magnitud", concluye.