Pintar grafitis en las paredes y persianas, causar atascos en la calle que impiden la buena circulación de los viandantes, escuchar música a todo volumen, no recoger los restos orgánicos que dejan los perros o andar con la vista enclavada en el teléfono móvil sin tener en cuenta si esa fijación provoca molestias a las personas que están alrededor. Son algunas de las actitudes que la asociación comercial Terrassa Centre se ha propuesto desterrar a través de la campaña “Terrassa Centre fa civisme”, que el jueves se presentó en la sede de la entidad, en la calle dels Gavatxons.
El colectivo ha encargado al joven dibujante de cómic egarense Maurici Esquius la elaboración de varios carteles en los que, con un diseño atractivo, se ven reflejadas todas esas posturas que, en definitiva, son poco beneficiosas para el espacio público. Terrassa Centre los repartirá entre sus asociados a fin de que los coloquen en un lugar visible de sus establecimientos con el objetivo de fomentar el civismo.
“Uno de los problemas más habituales con que nos encontramos en el Centro son las pintadas de grafitis. Y también el de los perros que hacen pipí en las paredes de los comercios sin que sus dueños hagan nada para evitarlo”, comentaba María Costa, gerente de la agrupación.
Con todo, el primero de los carteles para fomentar el buen talante en las calles que podrá verse en las tiendas del corazón de la ciudad será el que invita a no tirar chicles al suelo, otro de los malos hábitos que la asociación pretende atajar. “Cada mes, o mes y medio, colocaremos un cartel nuevo en los comercios”, añade Costa.
En Terrassa Centre pretenden repartir las ilustraciones gráficas, también, en los colegios e institutos de la ciudad. De hecho, los representantes de la agrupación comercial estuvieron acompañados en la presentación de la campaña por José María Palacín, responsable del programa “Escola-Empresa” de Salesians Terrassa y por Ismael Perálvarez, director adjunto de la escuela Vedruna Vall.
“Los colegios trabajarán esta propuesta relativa a fomentar el civismo a partir del próximo curso”, explicó Palacín. Será a través de tutorías con los alumnos o mediante fórmulas que variarán en función de las etapas educativas que ofrezca cada centro. Ismael Perálvarez, de Vedruna Vall, manifestó que “la escuela no sólo ha de ocuparse del punto de vista académico, sino que la formación cívica también debe ser uno de los asuntos principales a tratar en ella.”
Aunque Terrassa Centre ha querido dirigir la campaña -que tiene una duración indefinida- a todos los públicos, desde la entidad comentan que la iniciativa se orienta, en una mayor medida, hacia los más jóvenes. María Costa, gerente de la asociación, recordó: “Terrassa Centre gasta 32 mil euros al año en limpiar las calles, en virtud de un convenio que tenemos firmado con el Ayuntamiento. Todo porque entendemos que el comercio no se reduce a vender, sino que también ha de trabajar por la ciudad”.
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