Terrassa

Los desahucios, el paro y el agua han protagonizado la campaña electoral

La campaña electoral de las municipales del próximo domingo ha sido constantemente comparada por los partidos políticos con las de 1979, los primeros comicios democráticos que vivió Terrassa tras la dictadura. Si en aquella ocasión se dudaba sobre si ganaría PSC o PSUC, esta vez la mayoría de formaciones que concurren a las elecciones se ven con posibilidades de obtener muy buenos resultados. La incertidumbre sobre quién será el próximo alcalde de Terrassa ha provocado que esta campaña electoral haya sido una de las más movidas y con más propuestas en varias décadas.

En esa línea, la promesas electorales se han centrado en una serie de temas concretos, los más sensibles para la ciudadanía: desde los desahucios hasta el derecho a decidir, pasando por la movilidad, las políticas de ocupación, los recortes o la gestión del agua. En algunos de estos ámbitos, las propuestas han sido bastante concretas y en otros temas los partidos políticos se han limitado a hacer declaraciones de intenciones. Sea como sea, a continuación hacemos un repaso de lo que han propuesto los partidos los tres temas que han centralizado los debates de la campaña.

El pasado mes de abril, en la ciudad había más de 20.000 parados y más de la mitad de ellos no percibían prestación social alguna. Pese al protagonismo que ha tenido en la campaña este problema, los candidatos han tenido dificultades para concretar propuestas. El PSC ha propuesto reindustrializar la ciudad así como reeditar el Pacto por el Empleo "que tan buenos resultados está dando" y hacer planes específicos para los jóvenes. Por su parte, tanto CiU como PP han insistido en dinamizar la economía local y hacer atractiva Terrassa para que se instalen empresas, rebajando la tributación y aumentando la superficie de suelo industrial.

Sin embargo, Xavi Matilla (TeC) ha puesto el acento en la educación como elemento clave en la creación de empleo, mientras que ERC en su programa propone mantener los centros de producción en el territorio y apuesta por las actividades industriales de alta intensidad tecnológica. Por su lado, la CUP ha propuesto la creación de un tejido industrial "que piense en los intereses de las personas, no en los del mercado" y el fomento de la economía social. Ciutadans se muestra favorable en su programa a la elaboración de un Plan Local del Trabajo.

Según la Plataforma d’Afectats per la Hipoteca (PAH) cada día en Terrassa se producen tres desahucios al día y la problemática con la vivienda ha pasado a ser, junto al paro, una de los problemáticas sociales más graves de la ciudad. Los candidatos no han cesado de hablar de este tema, ya que algunos de ellos ya se habían sensibilizado con el problema previamente a la campaña. Tanto Jordi Ballart (PSC) como Miquel Sàmper (CiU) han defendido su papel protagonista en la creación la Oficina de Intermediació Hipotecària, con la que Terrassa fue pionera. Además, Ballart ha reivindicado su gestión como alcalde en este ámbito al hacer bandera de haber sido el primer alcalde de España en multar a los bancos que tuvieran pisos vacíos. En el caso de Sàmper, también ha sacado pecho respecto a los desahucios pues el cabeza de lista de CiU fue el impulsor de la Oficina d’Intermediació cuando era decano del Col·legi d’Advocats.

Pese a ello, ha habido nuevas propuestas en el ámbito de la vivienda. En su programa, el PSC, además de seguir su línea de acción, se ha comprometido a " poner disponibles las 975 viviendas de protección oficial de propiedad municipal a disposición de las familias más vulnerables, en régimen de alquiler asequible". Justamente ese ha sido uno de los principales ataques de todos los partidos al PSC durante la campaña, aludiendo a los pisos de titularidad pública que están vacíos. Toda las formaciones, sin excepción, se han comprometido a acabar con esa situación.

Volviendo a los desahucios, Miquel Sàmper (que sufrió durante la campaña un "escrache silencioso" de la PAH) ha apostado por acabar con las sanciones y dialogar de nuevo con los bancos. Además, su partido afirma con rotundidad en su programa que en caso de desahucio, garantizará a las familias "el realojamiento inmediato". Terrassa en Comú y su candidato, Xavi Matilla, también han sido muy tajantes respecto a este tema: "Declararemos Terrassa ciudad libre de desahucios", pues Matilla pretende aplicar con dureza la Llei del Dret a l’Habitatge. Por su parte, ERC también se ha mostrado rotundo en detener los desahucios y ha hecho especial hincapié en potenciar la vivienda asequible en régimen de alquiler social. Maria Sirvent, candidata de la CUP, se ha mostrado partidaria de que el Ayuntamiento de voz a la PAH y en su programa propone literalmente la prohibición de desahuciar "por motivos económicos las viviendas habituales".

Por otro lado, Gabriel Turmo, del PP no ve "efectivas" las sanciones a los bancos y se ha mostrado partidario de la negociación "cara a cara" además comprometerse a que ninguna vivienda municipal esté vacía. Finalmente, Ciutadans ha propuesto favorecer el alquiler social con medidas incentivadoras como la rebaja del IBI a los propietarios que alquilen una vivienda a un precio asequible.

Ha sido uno de los temas estrella de la campaña, pues tiene una vertiente muy ideológica y porque la concesión a Mina-Aigues de Terrassa termina en 2016. De hecho, Terrassa en Comú, ERC y CUP firmaron a principios de mes el Pacte Social de l’Aigua, que busca "un modelo de gestión pública o comunitaria" y "sin ánimo de lucro". Estas tres formaciones se han hecho, pues, una apuesta clara por estudiar la viabilidad de la gestión pública.

El PSC ha sido el único partido del espacio del centro-izquierda local que no ha rubricado el pacto, aunque Jordi Ballart en el debate que organizó Canal Terrassa y Diari de Terrassa no cerró la puerta a la municipalización de la gestión. "Se puede pensar que es una buena opción pero se debe hacer un debate amplio con toda la transparencia posible, además de ser rigurosos y realistas", dijo el actual primer edil, que apostó por celebrar una consulta en la que los ciudadanos decidan el modelo de gestión que prefieren.

Miquel Sàmper (CiU) tampoco se ha definido de todo sobre la municipalización del agua pues "hay muchos datos que desconocemos aún". Turmo ha afirmado que el PP "apuesta por la mejora de la gestión del servicio y creemos que la mejor gestión es la indirecta, aunque no sea la más romántica". Finalmente, Javier González (C’s) también se ha mostrado ambiguo sobre el modelo ideal. "Para nosotros lo importante es el servicio al ciudadano", afirmó en una entrevista.

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